Diez caballos de fuerza. Crónica de nuestro tiempo

Ehrenburg, Iliá

ISBN: 9786071679581 | Clave FCE: 015912R

$99.00 (Precio de lista, únicamente informativo)

Afuera hay guerra, hambre y pobreza, pero aquí solo importa una cosa, revolucionar al mundo con los autos. Una mañana de 1798, en plena Revolución francesa, Philippe Lebón marcaría, sin saberlo, los cimientos para la construcción del primer motor de automóvil. Con el transcurrir del tiempo, se experimentaría una carrera en la producción de la briosa industria automovilística, tal y como lo narra Iliá Ehrenburg. quien, a lo largo de estas páginas, deja ver los aspectos más problemáticos detrás de la creación de estas máquinas. Para conseguir el caucho, por ejemplo, se debía sangrar el bosque y a los indígenas que laboraban hasta el agotamiento; por otra parte, miles de obreros perdían su libertad para formar parte del montaje en la cadena industrial. Crítica, sin lugar a duda, la presente obra nos narra la fantástica creación del automóvil, no sin denunciar la explotación y deshumanización de los trabajadores, así como el saqueo de los recursos naturales.

Presentación: RUSTICO
Peso 0.14 kg
Idioma ESPAÑOL
Idioma original RUSO
Editorial FONDO DE CULTURA ECONÓMICA (FCE)
Año de edición 2023
Colección COLECCIÓN POPULAR
Área temática LITERATURA

Iliá Ehrenburg ; trad. de Mar Gámiz

Diez caballos de fuerza. Crónica de nuestro tiempo México : FCE, UIA, 2023
248 pp. ; 17 x 11 cm., Colección COLECCIÓN POPULAR
1. Novela rusa 2. Literatura rusa - Siglo XX

  • Iliá Ehrenburg ; trad. de Mar Gámiz

    Iliá Grigórievich (Gírshevich) Ehrenburg (en ruso: ????´ ?????´?????? (??´??????) ??????´??; Kiev, Imperio ruso, 14 de enero de 1891. - Moscú, 31 de agosto de 1967) fue un escritor y periodista soviético de familia judía. Publicó poemas, cuentos, libros de viaje, ensayos y varias novelas. Nació en Kiev, entonces parte del Imperio ruso, en el seno de una familia judía secular de clase media. Aunque sus padres no estaban religiosamente comprometidos, el pequeño Iliá entró en contacto con las costumbres religiosas del judaísmo a través de su abuelo materno. Iliá Ehrenburg nunca se unió a una comunidad religiosa, así como tampoco aprendió yidis. Toda su producción literaria la escribió en ruso, incluso durante sus muchos años de exilio. Pero daba gran importancia a su origen y nunca negó su condición de judío. Incluso en un discurso de radio en su 70.º cumpleaños, dijo: «Soy un escritor ruso. Y mientras en el mundo exista un solo antisemita, responderé con orgullo a la cuestión de la nacionalidad: Judío»